Cuando se trata de luchar por la custodia de un hijo menor hay que actuar de una forma inteligente y bien asesorada. No se puede mover ficha por lo que hayan dicho amigos o por lo que haya sucedido en el caso de un conocido, sino que hay que recurrir a un auténtico experto que sepa de qué está hablando y cómo hay que proceder. Dar un paso en falso puede acabar acarreando problemas y, quizás, demorando todo el proceso. Esto es algo que puede jugar en contra del menor y también de la relación del mismo con uno de sus progenitores. Por eso, hay que recurrir siempre al consejo de un buen abogado que de un asesoramiento especializado. ¿Son todos los abogados iguales?Los abogados no son todos iguales. Algunos están acostumbrados a ir a juicios tras separaciones para negociar un buen régimen de visitas y son muy buenos en eso. Pero si se pretende ir más allá y conseguir la custodia compartida, hay que elegir bien a quién va a ser el representante.
La custodia compartida todavía está dando sus primeros pasos en España y por eso no hay demasiados abogados especializados en la mismas. Lo mejor contactar con profesionales como padresseparados.com, una asociación pionera y muy destacada en la lucha por la custodia compartida, para que sean ellos quienes indiquen qué abogados han llevado más casos de este tipo y tienen mejores porcentajes de éxito. Las asociaciones, un apoyo inestimableAdemás de ayudar a conseguir un buen abogado, la asociación de padres separados puede ser un gran aliado durante todo el proceso, no solo asesorando legalmente, sino también dando un apoyo que ayude a que la persona que está en esta lucha no se sienta sola, más bien todo lo contrario, muy arropada y apoyada. En esta asociación hay padres y madres que han pasado o están pasando por esta situación y juntos consiguen que su voz suene mucho más alto, logrando éxitos que no serían pensables al actuar cada uno por separado. De hecho, ahora se consiguen sentencias de custodia compartida con relativa frecuencia, no tanta como gustaría pero desde luego mucha más que hace pocos años. Antes, lo normal era que la madre se quedara con los niños y el padre tuviera un régimen de visitas de un fin de semana sí y otro no y nadie se planteaba otra opción.
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